Cuánto vale un coche?

Cuánto vale un coche?

Pongámonos en situación. Un día cualquiera en el estudio, trabajando (o intentándolo… o haciendo ver que trabajamos…) y de repente suena el teléfono o llega un e-mail. Presentaciones, que tal, muy bien… y surge la temida pregunta: «mira… y cuanto cuesta hacer una web?»

Es muy rara la semana en la que al menos no nos contacta alguna empresa o particular para plantearnos esta pregunta, casi sin darnos más información. Y la respuesta por nuestra parte, muy a la gallega, es la misma siempre. Contestamos con otra pregunta: «Cuánto vale un coche?

Suele ser un pequeño shock para el interlocutor esta pregunta, pero es la única forma que encontramos rápidamente para que se den cuenta de que no existe en ese momento una respuesta. ¿Por qué? Muy sencillo: coche es un concepto genérico que engloba desde un Fórmula 1 a un Seat 600. ¿Cómo se define el precio del concepto coche? ¿Cuál es el precio de un coche? Bueno, pues aquí entra otro concepto muy gallego: depende.

«Para dar una solución correcta y optimizar la inversión del cliente, hay que analizar en profundidad el problema«

Calculando un presupuesto por teléfono

Dar un presupuesto para una página web (o para cualquier proyecto de comunicación) es mucho más complejo de lo que la gente piensa. Porque cada web es diferente, con necesidades específicas, funcionalidades propias, experiencia de usuario a medida… Para dar una solución correcta y optimizar la inversión del cliente, hay que analizar en profundidad el problema.

Obviamente mucha gente ante estas preguntas se teme lo peor: «no me dicen un precio porque seguro que es muy cara». Y aquí llega la tercera «parábola» de esta conversación: «un Ferrari es un cochazo que vale 300.000 €, pero si lo que usted lo que quiere es repartir pan no le sirve, necesita una furgoneta de 10.000.»

Con esto intentamos ilustrar esta situación que se nos da muy a menudo, y que es la base de nuestro trabajo. Ante cualquier situación en la que un cliente nos solicita una colaboración, no podemos darle ningún tipo de ayuda, ni propuesta concreta, ni presupuesto sin analizar en profundidad su sector, su empresa y sus necesidades específicas. Sin esa información, estaríamos simplemente divagando o especulando.

«Asumir que tenemos la verdad absoluta no sólo es pedante, sino que además es mentira»

Porque si, es cierto. Nosotros tenemos conocimientos de comunicación, diseño web, maquetación, creatividad… pero no conocemos la marca como la propia empresa, ni sabemos todo acerca del sector como ellos. Asumir que tenemos la verdad absoluta no sólo es pedante, sino que además es mentira. Por eso cada proyecto debe ser estudiado pormenorizadamente, y una vez hecho esto, sí que podemos dar una propuesta, unos plazos de entrega y (por fin) un presupuesto detallado.

De esta manera, no estamos vendiendo tractores a pilotos de carreras, ni bólidos a repartidores. Simplemente nos adaptamos a las necesidades de cada cliente y le damos la mejor solución adaptada a su presupuesto. Y si lo necesitas, ya sabes, simplemente DINOS CÓMO AYUDARTE.

Comentar: